Esta viñeta dice más que mil palabras.Aparcamos la tumbona y la sombrilla, guardamos el bañador y el protector solar, para pasar al despertador, a comprar libros, ropa y material escolar. A la lucha cotidiana con los deberes y preparar la mochila para el día siguiente.
Este stress que vivenciamos los padres, también lo vivencian los niños. No porque sean consiente de ello, sino porque se lo transmitimos a través de nuestra propia ansiedad.
Si los adultos presentamos cuadros de depresión post vacacional, imaginaros los niños.
Lo importante es tener en cuenta, que los peques tienen más capacidad de adaptación a los cambios que los adultos. Por lo tanto somos los adultos los responsables, de que el comienzo de clases se tome con naturalidad y tranquilidad.
Para que no nos pille el toro, es muy importante aprovechar estas últimas semanas de vacaciones para recordarle a los niños, que pronto comenzarán con la rutina y obligaciones.
Como salida programada, podemos aprovechar para ir a hacer las compras del material escolar con nuestros hijos, para hacerlos partícipe de la proximidad del comienzo del nuevo ciclo.
Hablaremos de los compañeros, los juegos, el comedor, la maestra y de la llegada del otoño y el invierno.
Volveremos a incorporar los hábitos aparcados durante las vacaciones, entre muchos acostarse más temprano y comenzar las mañanas con un buen despertar y madrugar.
Aprovechar los momentos de ocio al máximo y hablar tranquilamente de la etapa escolar que se aproxima. Sin stress ni ansiedades, con entusiasmo y alegría.
Les deseo un buen comienzo a todos....
Flor
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